Mons. Elías Rauda, exhortando a los catequistas
La quiebra de piñatas
El evento congrega a unas mil personas, entre catequistas y personas invitadas
El P. René Barrera coordinando el sorteo de regalos
Los jóvenes de la parroquia San Miguel Arcángel representando el martirio clásico y el contemporáneo
Teatro para catequistas
El P. Rogelio invitando a los catequistas a apoyar la misión Ad Gentes
Los encargados de la agenda
Perspectiva de los asistentes al Día del Catequista
El P. Ángel Flores, Vicario General, presidiendo la Eucaristía durante el evento
El P. Salvador, director de la IAM, y P. Juan Chopin, coordinador de Catequesis
Presencia de religiosas en el evento
Se trata de la fiesta de los catequistas
(La fotos han sido tomadas por las OMP Diocesanas)
Discurso a los catequistas (Sábado, 7 de diciembre de 2013)
Por: Pbro. Juan V. Chopin.
Estimados catequistas.
Sean bienvenidos a esta segunda
celebración del Día dedicado a ustedes los catequistas.
El Papa Francisco, en su
Exhortación Evangelii Gaudium,
dirigiéndose a los párrocos les hace mención de la importancia de que en su
predicación y en la catequesis tengan un lugar especial las virtudes de la justicia
y la caridad:
…si un párroco a lo largo de un año litúrgico habla diez
veces sobre la templanza y sólo dos o tres veces sobre la caridad o la
justicia, se produce una desproporción donde las que se ensombrecen son
precisamente aquellas virtudes que deberían estar más presentes en la
predicación y en la catequesis (n. 38).
Según estas palabras, los párrocos
no sólo se deben concentrar en argumentos moralizantes, sino que tanto su
predicación como la catequesis debe estar orientada hacia la transformación
social y personal.
En otra parte, el Papa, habla de la
participación de personas en el testimonio cristiano, pero se trata de un
esfuerzo que muchas veces no es de la misma intensidad en todas partes:
Se cuenta con un numeroso laicado, aunque no suficiente, con
arraigado sentido de comunidad y una gran fidelidad en el compromiso de la
caridad, la catequesis, la celebración de la fe. Pero la toma de conciencia de
esta responsabilidad laical que nace del Bautismo y de la Confirmación no se
manifiesta de la misma manera en todas partes (n. 102).
En su último documento, el Papa
da un sentido kerygmático a la catequesis: Hemos
redescubierto que también en la catequesis tiene un rol fundamental el primer
anuncio o «kerygma», que debe
ocupar el centro de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación
eclesial (n.
164).
El Papa nos dice algo muy
bonito: En la boca del catequista vuelve a
resonar siempre el primer anuncio: «Jesucristo te ama, dio su vida para
salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para
fortalecerte, para liberarte» (n. 164).
El
kerygma, nos dice el Papa, debe estar ciertamente al inicio del proceso del
discipulado, pero recomienda que acompañe todo el proceso de catequesis: (n. 165) No hay que pensar que en la
catequesis el kerygma es
abandonado en pos de una formación supuestamente más «sólida». Nada hay más
sólido, más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio. Toda
formación cristiana es ante todo la profundización del kerygma que se va haciendo carne
cada vez más y mejor, que nunca deja de iluminar la tarea catequística, y que
permite comprender adecuadamente el sentido de cualquier tema que se desarrolle
en la catequesis.
En un modo más específico, el Papa habla de unas características del
anuncio y de unas actitudes que debe tener el evangelizador:
Características:
·
que exprese el amor salvífico de Dios previo a la obligación moral y
religiosa,
·
que no imponga la verdad y que apele a la libertad,
·
que posea unas notas de alegría, estímulo, vitalidad, y una
integralidad armoniosa que no reduzca la predicación a unas pocas doctrinas a
veces más filosóficas que evangélicas.
Actitudes que ayudan a acoger mejor el anuncio:
·
cercanía,
·
apertura al diálogo,
·
paciencia,
·
acogida cordial que no condena.
El gran
reto que se nos presenta es poner en práctica estas sugerencias del Papa.
Podemos lograrlo en el ejercicio cotidiano de la catequesis, con nuestro
empeño, con nuestra fe. El Papa nos exhorta: ¡No nos
dejemos robar el entusiasmo misionero!
Dios les
bendiga y muchas felicidades en el Día del Catequista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario