miércoles, 8 de febrero de 2012

LOS Y LAS CATEQUISTAS, EL EJÉRCITO DE LOS EVANGELIZADORES CONSCIENTES





El sábado, 04 de febrero de 2012, celebramos la misa de inauguración del año catequético 2012 a nivel diocesano, con la cual arranca el plan catequético 2012-2015. La celebración fue presidida por Mons. Elías Rauda Gutiérrez, OFM, obispo de la diócesis de San Vicente.

La actividad consistió en una misa solemne, concelebrada por los sacerdotes de la diócesis y en la cual participaron todos los agentes de la acción catequética: sacerdotes, laicos, religiosas, seminaristas.

De entrada, para quienes participamos en el evento, impresionaba la disponibilidad y atención de los catequistas presentes. Su presencia era, en sí misma, una lección de entrega al evangelio y de la cual no podíamos hacer caso omiso. No se trataba de una masa amorfa, compuesta por gente distraída; sus rostros dorados por el sol y sus brillantes y escrutadores ojos, daban razón de su experiencia, de años de trabajo y de su estar consciente en el seno de la Iglesia.

Demasiado tiempo habíamos dejado pasar sin reconocer el trabajo de los catequistas de nuestra diócesis y, sin embargo, fueron ellos los que en tiempos de guerra mantuvieron la fe del pueblo, incluso con riesgo de sus propias vidas.

Actualmente, está en pié el ejercicio de un censo general de la catequesis en la diócesis de San Vicente. A la fecha tenemos contabilizados 1,645 catequistas y todavía esperamos completar el estudio estadístico, cuando las parroquias restantes nos entreguen sus listados de catequistas.

Al final de la misa, pudimos premiar a los catequistas más antiguos de nuestra diócesis. Del censo realizado, resultó que el más antiguo de todos era don Fabio Hernández Hernández, de la parroquia El Señor de la Misericordia, de Guacotecti, Cabañas. Con 84 años de edad y 69 de ser catequista, su experiencia nos dio una lección de máxima entrega al evangelio. La premiación se amplió a todas las vicarías.

La diócesis de San Vicente, en El Salvador, sobresale por su elaboración de materiales para catequesis, mérito del segundo obispo, Mons. José Oscar Barahona, si bien la tradición catequética en los itinerarios de formación data del primer obispo, que siendo salesiano de Don Bosco, imprimió originalmente ese carácter formativo en la diócesis.

En los tiempos presentes hemos retomado el trabajo, y estamos en perspectiva de renovar materiales y adentrarnos en el proceso de formación de catequistas. Ya se ha fortalecido la estructura diocesana y nos encaminamos a la ejecución del Plan 2012-2015.

¿Cómo está siendo posible este trabajo?

En primer lugar, el obispo, Mons. Elías Rauda está dando todo su apoyo al proceso de renovación de la catequesis y los frutos no se han hecho esperar. Como mediación metodológica esperamos mantener un ritmo de trabajo ordenado y sistemático.

Un agradecimiento especial merecen los sacerdotes que están apoyando el proceso. En particular los párrocos  y vicarios foráneos han dado todo su apoyo y colaboración. Con ellos mantenemos un permanente diálogo, atentos a tomar en cuenta las sugerencias pastorales, que permitan hacer operativo el proyecto en la práctica eclesial.

También agradecemos a las religiosas que prestan su tiempo y las instalaciones de sus escuelas para el trabajo. La mayoría de congregaciones religiosas que tienen presencia en nuestra diócesis participan en la organización del trabajo previsto.

Los rectores de los dos seminarios con que cuenta nuestra diócesis, no solo mantienen informados a los seminaristas acerca del trabajo que estamos impulsando, sino que permiten su participación activa en el proceso.

Todo el trabajo está siendo impulsado por dos instancias fundamentales: en primer lugar, el Equipo Diocesano de Catequesis, constituido por los sacerdotes delegados por cada vicaría, las religiosas delegadas de cada congregación presente en la diócesis y los laicos delegados de cada vicaría; en segundo lugar, el Consejo Diocesano de Catequesis, compuesto por los miembros del Equipo Diocesano de Catequesis más los catequistas delegados de cada parroquia y centros educativos donde se imparte la catequesis. El pleno de los miembros, en asamblea general, constituye la Comisión Diocesana de Catequesis.

Gracias a todos por estar apoyando a los catequistas.